Tras la esperada decisión del Banco de Japón (BOJ) de concluir su política de tasas de interés negativas, el yen se debilitó, registrando una caída de más del 0.5% frente al dólar, mientras que el dólar australiano también experimentó un descenso, cayendo más del 0.4% a $0.65325 después de que el Banco de la Reserva de Australia (RBA) decidiera mantener sin cambios las tasas de interés. Esta decisión del BOJ marca un giro significativo de su política monetaria no convencional de ocho años, provocando una reacción notable en los mercados de divisas. El euro y la libra esterlina se beneficiaron del declive del yen, con ganancias respectivas del 0.44% y 0.32%, alcanzando 190.52 yenes contra la libra.
La decisión del RBA de mantener estables las tasas de interés ante la alta incertidumbre económica contribuyó al mayor declive del dólar australiano, subrayando la postura cautelosa de los bancos centrales globales. El dólar neozelandés y la libra esterlina también experimentaron caídas frente a un dólar fortalecido, con el primero alcanzando un mínimo de un mes y el segundo un mínimo de dos semanas. Esto ocurre mientras los recientes datos económicos de EE.UU. indican una inflación persistente, lo que lleva a un replanteamiento de las expectativas de recorte de tasas de la Reserva Federal. Con la decisión de política de la Fed en el horizonte, la comunidad financiera espera ansiosamente cualquier señal sobre el inicio del ciclo de relajación de tasas, con las previsiones actuales sugiriendo tres recortes de tasas en 2024. El ascenso del dólar a un pico de dos semanas frente a una cesta de monedas subraya los ajustes en curso en los mercados financieros globales en respuesta a las acciones de los bancos centrales y los indicadores económicos.