Los precios del oro se acercaron al máximo de un mes, registrando un ligero aumento del 0.1% a $2,046.09 la onza el viernes por la mañana, después de alcanzar un pico notable de $2,050.59 el día anterior, el más alto desde principios de febrero. Este movimiento ascendente se atribuye en gran medida a datos recientes que sugieren que la inflación en EE.UU. podría estar relajándose, junto con la anticipación del mercado respecto a posibles ajustes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Con los futuros del oro en EE.UU. manteniéndose estables en $2,054.60, el mercado reaccionó positivamente al informe de gastos personales y al aumento del índice de inflación PCE básico del 2.4% interanual en enero, marcando la tasa de inflación anual más baja desde febrero de 2021. Esta tendencia a la baja en la inflación alimenta la especulación de que la Fed podría recortar las tasas de interés más adelante en el año, haciendo del oro, que no ofrece intereses, una opción de inversión cada vez más atractiva.
A pesar del optimismo, el mercado del oro enfrenta presiones debido a la salida de fondos de ETF, notablemente una disminución del 3.3% en las tenencias del SPDR Gold Trust en febrero. Sin embargo, el atractivo del oro sigue siendo resiliente, apoyado por compras significativas de los bancos centrales, siendo el banco central de China un comprador destacado. En una nota relacionada, el mercado de metales preciosos, incluyendo el platino y el paladio, también experimentó algunos aumentos de precios, aunque ambos han estado en una tendencia descendente durante dos meses. Impala Platinum, un actor clave en la industria de metales del grupo del platino, ha expresado preocupaciones sobre los continuos bajos precios y la posible necesidad de cerrar minas sudafricanas que no están rindiendo. Estos desarrollos destacan la compleja interacción entre indicadores macroeconómicos, políticas del banco central y el sentimiento de los inversores que dan forma a los mercados del oro y los metales preciosos.