El dólar mantuvo su estabilidad el miércoles, con el yen continuando su lucha cerca de su punto más bajo en 34 años. Esto ocurre después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y otros funcionarios sugirieran que las tasas de interés de EE. UU. podrían permanecer elevadas durante un período extendido. A pesar de las especulaciones anteriores sobre los recortes de tasas, Powell enfatizó la necesidad de una política monetaria restrictiva durante más tiempo para contrarrestar los fuertes indicadores económicos de EE. UU. y la inflación persistente.
El martes, el euro se negociaba a $1.0621, cerca de su mínimo de cinco meses y medio de $1.06013, mientras que el índice del dólar casi alcanzó un máximo de cinco meses en 106.51, marcando un aumento del 5% este año. Los comentarios de Powell han ajustado las expectativas del mercado, con predicciones que ahora establecen septiembre como el inicio potencial de las políticas de flexibilización, un cambio respecto a las predicciones anteriores de junio. En consecuencia, el mercado ahora anticipa un recorte de solo 40 puntos básicos en 2024, una reducción significativa de los 160 puntos básicos inicialmente esperados.
La difícil situación del yen empeora a medida que los rendimientos de EE. UU. aumentan, con los rendimientos del Tesoro a 10 años alcanzando un pico de cinco meses en 4.696%. La moneda japonesa, que se negoció por última vez a 154.63 por dólar, es particularmente sensible a estos rendimientos. A pesar de la intervención de Japón en el mercado de divisas en 2022, donde se gastaron aproximadamente $60 mil millones para apoyar al yen, una intervención futura podría requerir esfuerzos aún más sustanciales dadas las condiciones económicas actuales. Mientras tanto, otras monedas principales como la libra esterlina y el dólar australiano también sienten la presión, con este último logrando una ligera recuperación.