Los recientes datos de inflación de EE.UU. han alterado significativamente el panorama para los posibles recortes de tasas de interés de la Reserva Federal, enfriando las expectativas anteriores de una reducción tan pronto como este verano. La anticipación se había construido alrededor de un marco temporal de junio para que la Fed comenzara a suavizar su postura de política. Sin embargo, con la inflación al consumidor continuando superando las expectativas por tercer mes consecutivo, las apuestas del mercado se han reorientado hacia la posibilidad de que el primer recorte de tasas ocurra en la reunión de septiembre de la Fed. Este ajuste en las expectativas llega mientras los mercados financieros se tambalean por el impacto de cifras de inflación más fuertes de lo anticipado, señalizando presiones de precios duraderas en toda la economía de EE.UU.
Además, la perspectiva de que la Fed se abstenga de recortes de tasas durante todo el año ha escalado de una posibilidad previamente insignificante a cerca del 14% después del informe del miércoles. Este escenario en evolución está captando la atención no solo de los participantes del mercado sino también de economistas y funcionarios de la Fed, reflexionando sobre la probabilidad tangible de posponer los recortes de tasas. A pesar de que las actas de la reunión de marzo de la Fed revelaron el descontento de los responsables de política monetaria con la trayectoria de la inflación, había habido un consenso subyacente para tres recortes de tasas en 2023. Sin embargo, dada la resiliencia y robustez de la economía, como destacó recientemente el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, con sus comentarios anticipando posiblemente un único recorte de tasas hacia finales de año, el camino de la Fed parece cada vez más cauteloso. El informe de inflación de marzo mostrando un aumento interanual del 3.5% ha cimentado aún más las preocupaciones, posiblemente retrasando los ajustes de política anticipados hasta septiembre o más tarde, un contraste marcado con las predicciones anteriores de múltiples recortes de tasas impulsados por una inflación que retrocede rápidamente.