El miércoles, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y otros funcionarios de la Fed mantuvieron una postura cautelosa sobre la posibilidad de recortes en las tasas de interés, señalando que se necesita más discusión y datos antes de tomar una acción. A pesar de las expectativas del mercado de un recorte de tasas en junio, Powell, en un discurso en la Escuela de Graduados de Negocios de Stanford, destacó que cualquier decisión de reducir las tasas depende de una mayor confianza en que la inflación está en una trayectoria descendente sostenible hacia el objetivo del 2% de la Fed. Este enfoque cauteloso surge en medio de datos recientes que muestran ganancias de empleo y tasas de inflación superiores a las previsiones, sugiriendo el acto de equilibrio de la Fed entre frenar la inflación y apoyar la actividad económica.
El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, en una entrevista con CNBC, propuso posponer cualquier reducción de tasas hasta el cuarto trimestre de 2024, anticipando un recorte modesto de un cuarto de punto porcentual, un enfoque más conservador en comparación con las expectativas de sus colegas de recortes más sustanciales. Los comentarios de Bostic reflejan preocupaciones sobre tendencias inflacionarias “irregulares”, aunque espera que las cifras robustas del PIB y empleo continúen, junto con una disminución gradual de la inflación a lo largo del año. Esta perspectiva se alinea con la visión de la gobernadora de la Fed, Adriana Kugler, sobre el progreso de la inflación como desigual, aunque sigue siendo optimista sobre la continuación de la tendencia desinflacionaria, potencialmente preparando el escenario para recortes de tasas más adelante en el año.
La política actual de la Reserva Federal mantiene la tasa de interés de referencia de la noche a la mañana estable en 5.25%-5.50%, sin cambios desde julio. Las declaraciones de Powell, junto con las de Bostic y Kugler, subrayan el enfoque de espera y ver de la Fed, enfatizando la importancia de los próximos indicadores económicos, incluidos los datos de empleo y lecturas de inflación, en la configuración de futuras decisiones políticas. A medida que la Fed navega a través de un crecimiento sólido, un mercado laboral que se está reequilibrando y una inflación que se mueve hacia su objetivo del 2%, el camino de política del banco central permanece cauteloso, con decisiones que se tomarán en base a los datos entrantes “reunión por reunión”.