En un movimiento que tomó por sorpresa a los mercados financieros, el banco central de Nueva Zelanda decidió mantener su tasa de interés en 5.5%, ajustando también ligeramente hacia abajo su predicción de pico de tasa futura a 5.6%, señalando un enfoque más suave hacia el endurecimiento monetario. Esta decisión mantiene al Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) en línea con la tendencia global de los bancos centrales de pausar o terminar sus ciclos agresivos de aumento de tasas, en medio de cambios en las condiciones económicas.
A pesar de algunas especulaciones del mercado sobre un posible aumento de la tasa, la postura del RBNZ fue más dovish de lo esperado, llevando a una notable caída del dólar neozelandés y un aumento en los precios de los bonos. La revisión del pico de tasa del banco central, de 5.7% a 5.6%, sugiere una reducción de su posición previamente agresiva, disminuyendo la probabilidad de más aumentos de tasas a corto plazo.
El anuncio del RBNZ destacó un cambio en la perspectiva de inflación, señalando que las tasas de inflación central y las expectativas de inflación han comenzado a caer, llevando los riesgos a la inflación a una perspectiva más equilibrada. Este ajuste en la perspectiva impactó significativamente las expectativas del mercado, con la probabilidad de un aumento de la tasa para mayo cayendo dramáticamente de 47% a solo 6%.